“EL VENDEDOR DE GORRAS”
Una vez había un vendedor de gorras que se llamaba don Gorrín.Vendía gorras rojas, azules, marrones y verdes. Pero la gorra que él usaba, no la vendía: era a cuadros blancos y negros.
-¡Gorras! ¡Gorras! ¡a veinte pesos cada una!...
Don Gorrín iba muy derecho por la calle:
-¿quién compra las lindas gorras?...
-¿Por qué va tan derecho, Don Gorrín?
-para que no se me caigan las gorras. ¿No ve dónde las llevo?
¿Saben dónde las llevaba? ¡Sobre la cabeza! Era una pila alta de gorras: primero, su gorra a cuadros blancos y negros. Encima, las gorras rojas; después las gorras azules; más arriba, las gorras marrones; y arriba del todo las gorras verdes.
-vendo gorras! ¡a veinte pesos cada una!...¿quién compra gorras?...
Un día don Gorrín estaba triste: ¡nadie le compraba gorras!
-¿qué pasa que nadie me compra gorras esta mañana? ¡Gorras, gorras!...¡Nada!
Ya era mediodía y no había podido vender ni una gorra.
-y ahora yo tengo hambre pero ¿cómo compro la comida si no tengo dinero?...paciencia. Voy a ver si puedo dormir un rato debajo de un árbol.
Caminó, caminó, caminó…hasta que llegó al campo.
En eso vio un árbol muy alto con muchas ramas.
-¡qué lindo árbol para dormir a la sombra!-pensó don Gorrín-Estoy cansado de caminar. Como no quería poner las gorras en el suelo para que no se ensuciaran, dijo:
-Me voy a sentar con la pila de gorras en la cabeza.
Dicho y hecho: se arrimó bien al tronco y se fue bajando despacito, despacito, hasta que se sentó en el suelo.
-¡ya está! A ver si se han movido las gorras…alzó la mano y tocó –Está bien derechita la pila. ¡Qué suerte!
Para descansar mejor, don Gorrín cerró los ojos y al rato…
-jjjrrrsss….jjjsss…-¡se quedó dormido!
De pronto, un pájaro cantó:
-¡chipit, chipit!...,¡despierte don Gorrín!
Don Gorrín abrió un ojo, después abrió el otro…levantó los brazos y se desperezó. Abrió la boca:
-¡Buaaahhh!...-bostezó.
De pronto se acordó de las gorras. Levantó un brazo para tocar la pila.
¡no había nada! ¡Tocaba el aire!
Don Gorrín se levantó de un slato y empezó a buscar sus gorras.
-¿Dónde pueden estar?
Miró a la derecha. ¡Nada! Miró a la izquierda. ¡Nada! Miró detrás de él ¡Nada! Mitró atrás del tronco. ¡Nada!
Entonces miró para arriba…y ….¿a qué no saben qué vio? ¡Monos!
En cada rama del árbol había un monito sentado. Y cada monito tenía…¡UNA GORRA PUESTA!
-¡mis gorras!-exclamó don Gorrín. Y levantando un brazo les dijo:
-¡Monitos, ustedes me devuelven las gorras ahora mismo!
Todos los monitos alzaron un brazo y le dijeron:
-tz, tz, tz….
-nada de bromas conmigo-dijo don Gorrín un poco enojado, sacudiendo los dos brazos:
-Denme mis gorras.
Los monitos alzaron los dos brazos y dijeron:
-tz, tz, tz…
Esta vez don Gorrín se enojó: pegó una patadita en el suelo y gritó:
-¡quiero mis gorras ahora!Y todos los monitos pegaron una patadita en la rama y gritaron:
-tz, tz, tz…
¡Esta vez sí que se enojó de veras don Gorrín! Saltó con los dos pies y grito furioso:
-¡quiero mis gorras, monos feos!
Y los monitos, con las gorras puestas, hicieron lo mismo: saltaron sobre los dos pies y gritaron muy enojados:
-tz , tz, tz, tz….
Don Gorrín, desesperado al ver que los pícaros monos no le devolvían las gorras, se sacó su gorra a cuadros blancos y negros y …¡cataplún! La tiró al suelo.
En ese mismo momento…plaf, plaf, plaf…, todos los monitos se sacaron la gorra y la tiraron al suelo, tal como había hecho don Gorrín.
-¡qué suerte! ¡Por fin me devolvieron mis gorras!-exclamó don Gorrín.
Y empezó a recogerlas: hizo una pila de gorras rojas; otra de gorras azules; otra pila de gorras marrones y otra pila de gorras verdes.
-¡están todas! –exclamó don Gorrín frotándose las manos de contento.
Entonces se puso su gorra a cuadros blandos y negro encima colocó las rojas, las azules, las marrones y arriba del todo las verdes. Y muy contento volvió al pueblo gritando:
--¡gorras, gorras! ¡Lindas gorras a veinte pesos!...¿quién compra gorras…?
OSCAR FERNANDO CASTILLO TORRES
Estudiante Técnico en Recursos Humanos
Y COLORADO COLORÍN ESTA HISTORIA DE GORRIN LLEGO A SU FIN…
